“Hagas lo que hagas, ya sea caminar, estar sentado, comer o incluso si nada estés haciendo, simplemente manteniendo en un estado donde respires, descanses, estés relajado en el césped, nunca te olvides que simplemente eres un observador.
Lo olvidarás una y otra vez, te quedarás aferrado a un pensamiento, a una sensación, a una emoción, a un sentimiento, cualquier cosa te distraerá del ser observador.
Recuérdalo y vuelve rápidamente a tu centro de observación, conviértelo en un proceso interno permanente… y te sorprenderas el cambio de cualidad que sentirás en tu vida.
Puedo mover mi mano sin estar atento y también puedo hacerlo observando internamente todo el movimiento, son dos movimientos muy distintos; el primero es un movimiento robótico, mecánico; el segundo es un movimiento consciente.